Nuestra história
Todo comenzó en septiembre de 1990, en Dumont / SP, una ciudad cerca de Ribeirão Preto. Gilberto Marín y sus dos hermanos, José Abílio y Osvaldo Luiz, comenzaron una pequeña producción de maní y dulces. Como toda producción de origen familiar, los primeros años de la empresa se basaron en la propia casa, que, con el tiempo y con el crecimiento de la producción, fue ocupada totalmente por la pequeña industria de entonces.
Hubo muchos años de lucha, muchas victorias, muchas adversidades y mucho que aprender en este mercado tan competitivo. Sin embargo, la fortaleza del ideal de los empresarios fue más fuerte que los desafíos.
Los valores que guían a la compañía ayudaron a formar la personalidad jurídica de la incipiente industria.
Al principio, la producción era 100% casera, sin equipos para la producción a gran escala. La organización productiva y la higiene en la fabricación siempre han sido una prioridad y con el aumento de la demanda de productos, surgió la necesidad de invertir en líneas automáticas. Por lo tanto, la administración de Rio Alimentos no escatimó esfuerzos para alcanzar este crecimiento y continuar garantizando la calidad y el sabor incomparable de sus productos.
De toda esta dedicación, trabajo duro y el deseo de crecer cada vez más, no es difícil imaginar lo que sucedió. Los productos comenzaron a ser conocidos y a gustarles a los consumidores. La compañía que creció gradualmente, de manera sorprendente hoy en día es una gran industria alimentaria, que produce entre muchos productos, otras » delicias » que no están basadas en el maní, un ingrediente fundamental de muchas recetas de marca.
Hoy, podemos decir con orgullo que Rio Alimentos es una gran familia formada por sus productos, empleados, socios y consumidores. La compañía tiene cuatro unidades de producción en Dumont, en el interior de São Paulo, y opera en todo Brasil, donde sus productos son conocidos y preferidos.
Para los próximos capítulos de esta hermosa y desafiante historia, en Rio Alimentos expandiremos cada vez más la inversión en investigación, comunicación y nuevos productos para llegar a otros mercados y llevar nuestro «mundo de delicias» al paladar de más personas.